CÓMO SURGE

Otraop surge a partir del proceso de aceptación a mí misma y, fundamentalmente, del deseo de ser para mis hijos el mejor modelo posible, aunque no perfecto, sí presente y dispuesto a contribuir con mucho amor desde lo que sé hacer a que su futuro sea mejor.

Durante mucho años mi prioridad fue el trabajo, hacer carrera y crecer dentro de una empresa; incluso cuando fui mamá (aunque me duela admitirlo y haya sido de forma inconsciente) durante un tiempo mi prioridad siguió siendo ésta; en parte porque era lo que conocía, para lo que me había preparado, pero no necesariamente lo que me hacía feliz.

Pese a mis capacidades y dedicación, el cansancio y la insatisfacción por la vida que estaba llevando empezaron a hacerse pesados; como nos debe pasar a tantos que nos robotizamos, no lograba gestionar ni mis límites ni mis necesidades adecuadamente; el enojo era la emoción que primaba y cada vez con mayor intensidad.

Fueron varias las señales de que ese no era el camino, pero mi convicción "todopoderosa" las anularon; hasta que mis hijos empezaron a ser espejo de mis carencias personales y me tocó sorprenderme con un yo vulnerable y sensible; hacerme cargo de ellas dejó de ser una opción, pasó a ser una urgencia.

A veces estar en el lugar equivocado en el momento correcto puede ser una gran fortuna; en mi caso haber estado trabajando con tanto compromiso y entrega en la empresa en la que estaba, rodeada de personas que pudieron reconocer mi talento pero priorizar mi bienestar, aunque haya sido difícil de asimilar y procesar, fue lo mejor que me pudo pasar.

Tener como referentes a mis papás incondicionales, que más allá del esfuerzo que implique, siempre nos impulsaron a ir por más; una familia y amigos tan capaces como generosos, dispuestos a ayudar, escuchar y acompañar en lo que sea; fueron claves en este proceso, además de representar una de las mejores cosechas que podría tener en la vida.